Cada uno de los seres de la creación expuestos en esta obra tiene algo que enseñarnos y, quizá, la mejor enseñanza de todas sea que en realidad ellos no son tan diferentes al ser humano, tal y como nuestra atrevida arrogancia nos lo ha hecho creer a lo largo de los tiempos civilizados. En un itinerario fascinante por los senderos que habitan las diversas criaturas, el autor nos sorprende con las fábulas que surgen de las experiencias animales, historias colmadas de metáforas cautivadoras en las que, en más de una ocasión, veremos reflejadas nuestras propias vivencias. La sabiduría animal es infinita y sus pensamientos y actos son motivo de reflexión acerca de nuestro proceder como representantes de la especie más evolucionada en el planeta tierra.