La novela, con un tinte histórico, narra los últimos días de la vida Simón Bolívar. Enfermo con una tisis tuberculosa, Bolívar se aísla en una hacienda en Santa Marta, junto con sus compañeros, sirvientes y el médico Alejandro Próspero Reverand. Su agonía, además de ser producto de una enfermedad avanzada y sin cura, surge sobre todo del rechazo y la incomprensión que recibió de algunos sectores del continente, así como de su lucha sin fin por una libertad inalcanzable. En un periodo breve de dos semanas de sufrimiento, la obra ensancha el tiempo y nos lleva por entre el pasado del Libertador: un pasado eterno que se mantiene vivo en las voces de sus compañeros y seguidores.