El 30 de octubre de 1936 aviones franquistas bombardearon la ciudad de Getafe, a poca distancia del centro de Madrid. Uno de los proyectiles cayó sobre una escuela. Dejó "una alfombra de niños muertos", según relatos de la época; fueron sesenta chicos. Los fotógrafos de guerra extranjeros que estaban en España cubriendo el conflicto registraron el desastre. A quienes leían los diarios que contaban las atrocidades cometidas en España, las fotos de esos niños –ojos cerrados, bocas entreabiertas como si durmiesen– los confrontaron con lo peor del horror. Y Madrid no fue la única ciudad bombardeada. El enfrentamiento también se ensañó con Barcelona, Guernica, Cartagena, Alicante, Tarragona, Lérida, Benassal y otras ciudades y pueblos. En todos esos bombardeos, las imágenes divulgadas por documentalistas y fotógrafos de guerra venían a refrendar lo que se supo tan brutalmente en Getafe: cada ataque dejaba un tendal de muertos en el sector de la población más vulnerable: la infancia. La prosa de este libro, rigurosamente periodístico, contiene imágenes fuertes –puestas en palabras– de lo que fue y dejó esta guerra. Con pesar, Diana Fernández Irusta nos muestra aquí lo que necesitamos recordar sobre este triste periodo español que vivieron con crudeza nuestros abuelos. Imágenes en palabras. Para no olvidar.