Buenos Aires, 1933. La crisis atenaza, la desesperanza cunde, el fútbol viene al rescate. Pero el futbolista más caro y más famoso de su tiempo, Bernabé Ferreyra, acaba de desaparecer: los diarios dicen que se fue al pueblo natal, Junín, para exigir todavía más dinero a su club, River Plate. Andrés Rivarola, a quien todos llaman el Pibe, es amigo de su proveedor de cocaína y cree que puede convencerlo de volver.
Cuando lo intenta, el asesinato en un petit hotel de Barrio Norte amenaza con transformarse en un escándalo. En una ciudad acechada por los fascistas, las carnes, la pobreza y la literatura, Rivarola puede aprovechar la oportunidad para favorecer su suerte. Busca, se equivoca, busca más, intenta escribir tangos –el género que mejor interpretó como angustia sentimental los infortunios y las ansiedades de la movilidad social–, mientras fatiga la Recoleta, el Matadero, el Hipódromo de Palermo, el Plaza Hotel, la confitería Richmond, la Jefatura de Policía, el diario Crítica, los conventillos, los cafés literarios. También se enamora de una pelirroja a quien pretende, entre otros, un joven poeta torpe y tímido: Jorge Luis Borges.
La prosa de Martín Caparrós, de una impronta nítida como pocas en la literatura iberoamericana, despliega
en esta novela una gracia narrativa admirable.
Todo por la patria es un thriller histórico con giros sorprendentes, un recorrido por la gran capital del sur en su momento más vibrante y el lanzamiento de un personaje que tiene mucho camino por andar: el Pibe Rivarola.