Todos los viajes tienen un punto de partida y una meta
Todos los viajes tienen un punto de partida y una meta. Para Silvia Abascal, ese viaje comenzó la tarde del 2 de abril de 2011, durante la gala de clausura del Festival de Cine de Málaga, cuando sintió un fuerte latigazo desde los oídos hasta el centro de la cabeza. Aún no lo sabía, pero estaba sufriendo un derrame cerebral. A partir de ese momento se abrió ante ella un camino totalmente distinto al que había seguido hasta entonces: tras la operación, el encuentro con un «espacio vacío» en el que pudo reconocer una valiosa oportunidad de creación. Un aprendizaje al que, según sus propias palabras, solo se puede acceder desde la humildad, el desapego y la valoración constante del hoy.
En Todo un viaje, Silvia Abascal, una actriz acostumbrada a desenvolverse sobre los escenarios y ante las cámaras, alza la voz para contar en primera persona cómo afrontó esta compleja experiencia personal, cómo continúa día tras día reeducando sus sentidos, o cómo encara una nueva y más profunda empatía emocional. Alejada del miedo, la queja y la meta. Concentrada en el momento presente.
Un relato cargado de fuerza sobre el modo en que, desde aquel día de 2011 y junto con los suyos, ha logrado abrazar los cambios con coraje, determinación, confianza y un inmenso optimismo.