Estos diarios muestran los inicios de la artista contemporánea más reconocida de la Argentina. Comienzan cuando cumple 18 años, en 1961, y decide probar suerte en París. Y finalizan cuando regresa a la Argentina en 1963, consagrada como una de las grandes promesas de su generación.
"Me siento como Alicia en el País de las Maravillas", escribe Marta Minujín en su diario cuando aterriza en París, el 5 de noviembre de 1961, a los 18 años. La capital francesa, en plena ebullición cultural, promete oportunidades que la gris Buenos Aires no ofrece.
Tras casarse en secreto con Bebe, su gran amor, Marta Minujín llega sola a Francia con una beca para estudiar. En cambio, se pasa los días creando, y por las noches deambula en bares como Le Dôme y La Coupole, en Montparnasse, donde conoce a toda la bohemia europea. La ciudad será testigo de su primer happening, La destrucción, y de la concepción de obras como La chambre d'amour.
En este diario, recientemente descubierto, Minujín recoge las primeras impresiones de París, de los barrios, de la gente. Por sus páginas desfilan personajes como Luis Felipe Noé, Alberto Greco, Alejandra Pizarnik y Julio Cortázar. También retrata la angustia frente a la soledad, las constantes dudas sobre la relación con su marido -que la visita en París y le pide que se vuelva a la Argentina-, el frío del invierno, la mudanza de atelier en atelier (sin calefacción y a veces sin lugar donde bañarse), el trasfondo social de la guerra con Argelia, y la lucha por hacerse un nombre en el mundo del arte internacional.
Tres inviernos en París dibuja a Marta Minujín con una luz asombrosamente real y humana, a la vez que presenta un testimonio maravilloso no sólo de su vida y su carrera, sino de toda una generación que, en los sesenta, revolucionó las normas sociales y estableció una contracultura.
«Siento que algún día daré algo como lo que pocos seres dan, siento una voz interior que dice que tengo que seguir de cualquier forma, tratando de crear algo que trascienda el tiempo, porque es mi destino.»
Marta Minujín, diciembre de 1961