En los casi treinta años que separan a Caracoles de su más reciente ficción, El poder de la quimera, Francisco Prieto ha escrito nueve novelas y cuatro obras de teatro que sus lectores siguen y persiguen porque contienen un universo narrativo de extrema singularidad. A la riqueza de situaciones que entrampan a sus angustiados personajes, siempre en acción, añade una carga humanística, moral, sobre todo religiosa. Es importante la enseñanza que este autor nos comparte en su densa obra literaria: en el terreno estrictamente narrativo nos muestra que es posible impregnar de ideas y de pensamiento trascendente la trama de personajes puestos en el límite del dolor y la angustia; en el religioso, que el Dios ausente no nos ha abandonado.