Un extraño caso sobre un asesinato cometido 20 años atrás y del que sólo queda un testigo poco fiable.
En abril de 1988, un mes antes de que Kinsey Millhone cumpla treinta y ocho años, un joven llamado Michel Sutton y con pinta de no haber matado una mosca acude a la investigadora para hablarle de un antiguo caso jamás resuelto. Más de dos décadas atrás, en 1967, una niña de cuatro años fue secuestrada, y ahora una noticia aparecida en un periódico ha reavivado los recuerdos de Michel: éste cree que, cuando él era pequeño, vio cómo enterraban el cadáver de esa niña y que podría identificar a quienes la asesinaron. Quiere que Kinsey le ayude a localizar la tumba y encontrar a los asesinos. Ardua tarea, sobre todo porque han pasado más de veinte años, pero Sutton es insistente y, pese a sus dudas, Kinsey acepta dedicarle un día, sólo un día, de su tiempo. Pronto, sin embargo, descubre que Sutton es, como mínimo, un poco fantasioso y, lo más importante, que le oculta información sobre sí mismo. ¿Son sus recuerdos ciertos, o simplemente una mentira más de una larga lista de falsedades?