Como al acabar de ver una película de Tarantino, al terminar de leer esta novela nos pasamos la lengua por los labios con el mismo rictus malévolo con que se limpia sus barbas un gato luego de devorar a su presa. No es para menos, pues esta historia gira como una ruleta por un mundo de poder, dinero, alcohol, sexo y drogas, en el que la intriga y la venganza son el pan de cada día.
La voz cantante de la novela la lleva un periodista obsesionado, como todo joven, por agotar la vida y la verdad en un día. Intensa y conmovedora letanía, con una vertiginosa y magistral puntuación, la historia se desboca desde que el teléfono de un hotel en Buenos Aires no para de repicar. La rutina del reportero se convierte desde entonces en una infernal expiación que recorre todos los círculos de violencia y corrupción de la Colombia actual, hasta llegar a su insospechado final. Fuerte y veraz, con personajes de carne y hueso, así es esta nueva novela de Mauricio Vargas.