Es 22 de agosto de 1911, y París amanece conmocionada por el robo de La Gioconda. Pero no es la única noticia que sacude los cimientos de esa nueva jornada: tendido en mitad del puente Tolbiac ha aparecido el cuerpo sin vida de Gustav Schiltigheim, un hombre de apariencia elegante, con bastón y levita.
¿Cuál es la identidad del finado? ¿Es alemán, como su apellido parece indicar? ¿Existe una relación entre su muerte y el robo de La Gioconda? Los encargados de tirar de los hilos de una madeja en la que hay engaños de Estado, diplomáticos, estafadores y bohemios son Rochedure y Périgord, dos inspectores que lo único que tienen en común es el número de erres en su apellido... y que son la mano derecha del genial comisario Clouet.