En este libro vas a descubrir que se pueden hacer muchas cosas: aprender a pintar un muro, vivir experiencias sensoriales en un gusano loco de telas, enseñar a jugar a la Rayuela y conocer historias de amor como la de Cuchufleta.
Los recreos son todos distintos; no es lo mismo un recreo en el aula un día lluvioso, que uno en una escuela rural después de una tormenta.
Claro que en este libro vas a descubrir que se pueden hacer muchas cosas más: aprender a pintar un muro, vivir experiencias sensoriales en un gusano loco de telas, enseñar a jugar a la Rayuela y conocer historias de amor como la de Cuchufleta. Porque si de algo podemos estar seguros es que en todos ellos se disfruta.