“¿Por qué demonios sonríe tanto ese señor?”, se pregunta Mario siempre que ve a Manuel en uno de los cruceros de camino a la escuela. Él lo ha observado detenidamente y está convencido de que aquel limpiaparabrisas es el hombre más feliz del mundo. Decidido a averiguar por qué, a sus once años, Mario toma una decisión que hará que las cosas cambien en su casa para siempre. Pero no estará solo en esta búsqueda, contará con la compañía de su abuelo Humberto, quien tiene una magia especial.