Cuando las chilangas y los chilangos nos desesperamos por lo que pasa en donde vivimos, nos referimos a nuestro lugar de residencia como esta ciudad. Queremos seguir viviendo aquí, en la capital del país. Lo que no queremos es vivir en esta ciudad.
Queremos vivir en una ciudad mejor pero siempre nuestra.
La queremos sin la simulación, las clientelas, el centralismo gubernamental y la tutela renovada del presidente. Queremos una Ciudad de México autónoma, abierta al diálogo; cosmopolita y contradictoria y multicultural. Queremos una ciudad mejor que ésta: auténticamente diversa; económicamente dinámica y creativa; intelectual y sexualmente compleja y respetuosa; festiva y abierta ydesmadrosa pero segura y limpia. Y lo más importante: queremos construirla con nuestra imaginación, nuestras manos y nuestros pasos. Queremos una ciudad no de aparatos y clientelas, sino de verdaderos ciudadanos.