Educador, poeta, historiador, cronista, crítico, cuentista, Justo Sierra dejó la huella de su magisterio en varias generaciones, aunque la impronta inmediata de su pensamiento fue decisiva para los escritores del Ateneo de la Juventud. En las páginas de este libro, se intenta trazar el retrato de un hombre portentoso, divulgar su obra literaria, adentrarnos en su tiempo, en su pensamiento, en la aventura intelectual de su vida.