«Creo que tengo algo que ofrecer, en particular a los jóvenes inmigrantes que muchas veces no se atreven a vivir el sueño americano.»
Rosario Marín nos ofrece un relato que es, como ella misma, valeroso y estimulante. La autora de este libro sorprendente, que atrapará al lector desde el inicio, nos comprueba que en la vida no hay más fronteras que las que uno se impone. Nacida en México, Rosario,como miles de latinoamericanos, se fue muy joven con sus padres y hermanos a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Proveniente de una familia de escasos recurso, sin hablar inglés, sin becas ni subsidios, logró abrirse paso en la competitiva sociedad estadounidense. Su vida, enmarcada por sucesos difíciles que muchos pueden considerar trágicos o terribles, es una muestra de perseverancia, retos, entrega, confianza y amor al prójimo. La historia de su existencia es parecida a la de cualquier inmigrante, pero la forma en que esta mujer extraordinaria decidió vivirla la hace única y ejemplar. Su entusiasmo dentro de la adversidad, su rebelión en contra de la depresión emocional y su compromiso con la justicia y la igualdad la convirtieron en la primera en su familia en graduarse en la universidad; la primera madre de un niño con discapacidades designada jefa de asuntos legislativos del Departamento de Servicios para el Desarrollo; la primera mujer latina miembro del Ayuntamiento de Huntington; la primera directora latina del Consejo Estatal para Discapacidades en el Desarrollo del estado de California y, por si esto fuera poco, la primera mexicana tesorera de Estados Unidos.
Las palabras de Rosario Marín son un recuento de tropiezos y éxitos, una guía para todos los que se enfrentan diariamente a la adversidad, una voz de aliento en la que, sin duda, el lector encontrará inspiración.