Un libro para linchar complejos y derribar mitos.
En lo que dura un parto, tu vida cambia para siempre. Una especie de ansiedad existencial se apodera de ti mientras intentas comprender por qué la vida sigue igual y a la gente le importa un bledo que te hayas reproducido: no han desaparecido los atascos, el pan sube periódicamente y tus amigos se van de copas como siempre. (Y el padre de la criatura, con un par, lo intenta.)
Para colmo, resulta que sigues en Alemania, negociando procesos educativos con un teutón. Deberías haberlo intuido después de observar cómo friegan aquí los platos o su tendencia a combinar el mayor número de colores posibles en su look; pero una, cuando de amor se trata, no suele darle importancia a las minucias y cree que con resolver si os casáis o si se bautiza al vastaguillo se asegura una robusta armonía familiar