«Fingió ser impenetrable para enfrentar su divorcio, se vistió con la mejor armadura para que el dolor que reflejaban sus ojos azules no la hiciera débil y permitió que besase cada una de sus cicatrices con la esperanza de olvidar su traición».
Para Autumn Miller disfrutar de su primer año como divorciada no era tan asombroso como imaginaba.
Podía ser una de las empresarias más cotizadas del momento: tener independencia, su propia marca, incluso tirar de tarjeta todo lo que deseara sin miedo a quedarse en números rojos.
Todo sería perfecto si cada vez que llegase a casa Vincent Rogers, su exmarido y el hombre que la traicionó, no fuese una parte más del mobiliario. Porque podía lidiar con las heridas que él mismo había dibujado en su piel, escondida en las sábanas que una vez compartieron. Pero enfrentar aquella convivencia cuando no eran nada, la hacía bailar entre el deseo de terminar entre sus brazos, o pedirle que se marchase de su vida.
Él no estaba preparado para contar el motivo de su decisión un año atrás, la cuenta atrás marcaba un destino, que quizá, con un poco de valentía no les alejase para siempre.