Un relato devastador sobre el maltrato en la familia, que también es un doloroso retrato sociológico.
«Por favor, lean este libro.» Sara Mesa
«Su literatura no se lee, se vive. Un hito, poderoso, oscuro, necesario.» Laura Fernández
«Oeste ha tomado la parte más obscena y desgarradora de su biografía y la ha disfrazado de bellísima literatura.» Berna González Harbour
«Este libro es otro nivel. Es casi brutalidad literaria. Un abuso de talento.» Antonio Maestre
«Este libro significa la mayoría de edad de la literatura española, ojalá más libros como este.» Manuel Vilas
«Qué barbaridad de libro. Gracias por escribirlo.» Laura Ferrero
«Enhorabuena por esta novela. Por extraer literatura de lo dañado.» Aroa Moreno
Incapaz de visitar a su padre, el narrador de esta historia decide escribir sobre su familia sin contar con ese testimonio. El miedo a estar junto a él lo paraliza. Y así, como una infección que lo invade todo, aflora la narración de este infierno. Su madre, una belleza de menos de veinte años, se dejó seducir por el padre, un hombre dotado de gran encanto entre las amistades y muy generoso con los que le rodeaban en el trabajo, pero un egocéntrico maltratador en casa. En este retrato falsamente doméstico se perfilan los inicios del turismo en la Málaga de los años setenta, cuando el dinero europeo de veraneantes e inversores trajo en plena dictadura una insólita apertura en forma de diversión y juerga, aire fresco para una sociedad que ni en sueños habría imaginado noches de orgías sin fin. Miguel Ángel Oeste desciende al abismo de sus recuerdos y, en una dolorosa investigación, confronta su memoria con la de familiares y conocidos para elaborar un testimonio desgarrador, que a la vez es una crónica de los últimos cuarenta años de este país. Un viaje en el que el miedo es el protagonista, primero como padecimiento y luego como motor de escritura.