Violet Oaklander, como precursora de la terapia Gestalt para niños y adolescentes, en Ventanas a nuestros niños, ha establecido conceptos y técnicas que ayudarán a que los pacientes logren una mejoría en la difícil situación que atraviesan, como el divorcio de sus padres, problemas de conducta, abuso, entre otros. A partir de imaginar, jugar, dibujar y experimentar con el cuerpo, y con la asesoría de un terapeuta, el paciente logrará expresar de manera acertiva sus emociones y, con ello, conocerse mejor.
El libro cuenta con ejemplos vistos en consulta y la manera de tratar problemas específicos como la ira, la hiperactividad, la soledad, el autismo, entre otras consideraciones.