Con la prosa que caracteriza a Burgos, se viene esta nueva novela narrada, en pleno siglo XX, desde la infelicidad de los desplazados y la devastación de los quebrados cómo se puede ver lo que se ve. Contada desde diferentes personajes que muestran cómo se viven las relaciones y la miseria, la no pertenencia y la imposibilidad de ser parte de un fragmento de tierra. Ella, que ve lo que ve se convierte en la vocera y narradora de este pueblo inventado que ni siquiera dejan acabar de existir. Un boxeador con suerte, un pésimo ladrón, un esposo que solo parece un ludópata egoísta y sorprende al final con su revelación.