Más que el retrato psicológico de un narcotraficante en ciernes, Vertical es el vertiginoso retrato de un naufragio adolescente.
Gustavo tiene quince años y vive en Chihuahua. La vida es demasiado dura o demasiado árida o ambas. Una noche, casi por accidente, termina en la esquina donde otros adolescentes trabajan como prostitutos.
Néstor, un narcotraficante de treinta y pocos años, levanta a Gustavo; éste se sube a su camioneta por conseguir algo de droga, dinero o compañía, cualquier cosa que suavice un poco el desierto interno. A partir de entonces, su vida no volverá a ser la misma; a partir de ese momento, se convertirá en una especie de testigo indiferente de la fatalidad.