Una mujer con mellizos recién nacidos y un matrimonio fracturado revisita un pasado en el que confluyen los recuerdos de su hermano enfermizo, las pescas milagrosas de grupos armados en el Caribe y el inicio de su menstruación en una casa en donde su conexión más honesta es con la empleada de servicio. Paralelamente, las evocaciones que hace del agua en sus distintas formas –del río Magdalena, de los arroyos que se apoderan de la ciudad, de las ciénagas y mares cercanos– revelan una de las caras más oscuras de la crisis climática y los supuestos procesos de desarrollo en esa geografía colombiana.
Con una escritura poética y precisa, Daniella Sánchez Russo nos adentra en un mundo tan familiar como enrarecido, en el que los pactos de clase y de la feminidad normativa son quebrados; y en un Caribe que seduce a pesar de su decadencia.