La violencia política ha sido una constante en España durante los siglos XIX y XX. Este tipo de criminalidad adoptó diversas formas que provocaron la correspondiente respuesta política y legislativa. En el siglo XIX este tipo de violencia iba ligada a la confrontación entre los defensores del Antiguo Régimen y los del Estado liberal. Más tarde, a finales del siglo XIX y principios del XX apareció una nueva modalidad de violencia política, el terrorismo, que además inicialmente fue visto por el incipiente Estado liberal como una amenaza al orden establecido. La gestión de los individuos vinculados a este tipo de delincuencia ha supuesto tradicionalmente un problema para la administración ya que históricamente, y en la actualidad, aunque por distintos motivos las personas que ingresan en prisión son diferentes de los delincuentes "ordinarios". Esta obra trata de explicar la respuesta penitenciaria que se ha dado a las distintas modalidades de violencia política que España ha padecido desde el siglo XIX hasta la aparición del fenómeno del terrorismo yihadista.