Este libro no es una simple biografía escrita en primera persona, sino un relato vívido, que evidencia la PRESENCIA de DIOS, la Providencia Divina, digitando el efecto transformador, restaurador y sanador en Gabriel. Y, por carácter transitivo, es la misma Divina Providencia la que invita al lector a transformarse a través de la empatía con las vivencias del protagonista de esta historia.
Esta obra nos deja un mensaje de esperanza, de cómo el Señor, cuando caminamos de Su Mano, nos puede restaurar. Puede sanar nuestro pasado, puede sanar nuestras heridas más profundas, esas que nos han dejado surcos indelebles. Puede sanar toda nuestra vida, por más dolorosa y traumática que haya sido; puede sanar nuestros desórdenes, nuestros vicios, nuestras carencias afectivas, nuestros dolores y desgarros más profundos.