Considerada obscena y tachada de pornográfica, Año 1601 es un cuento breve e irreverente, una «obra maestra casi desconocida» del genial Mark Twain.
Reunidos en el camarín de una ya anciana reina Isabel I, una serie de personajes selectos, la mayoría tan ancianos como ella, charlan al amor de la lumbre: sir Walter Raleigh, el pirata; Francis Bacon, el filósofo; Ben Jonson y su joven discípulo, Francis Beaumonte; ladies, condesas y duquesas, y el asombroso maestro Shakespeare. ¿De qué pueden estar hablando? ¿De las glorias pretéritas del pirata, de la interpretación de la vida del filósofo, de los ingenios del arte...? Pues no, señoras y señores, la conversación es más banal, irreverente, rijosa y «maloliente» de lo que podría esperarse en tan excelso grupo y en el Siglo de Oro inglés...
Divertimento, crítica a las convenciones literarias, engoladas y timoratas,de su época, una sátira contra el clero marca de la casa, chiste fácil... Todo esto es Año 1601, una obra que surgió como una broma entre amigos y sin firma, y circuló en ediciones privadas, muy privadas, hasta bien entrado el siglo XX.