Alvarez Gardeazabal, Gustavo

Gustavo Álvarez Gardeazábal: Narrador, crítico literario, político y en
los últimos años exitoso comentarista de un célebre programa radial,
nació en Tulua,(Valle del Cauca) hijo de Evergisto Álvarez Restrepo #un
humilde campesino que pasó a convertirse en una persona muy influyente
en su región-, y de María Gardeazábal Rodríguez, devota católica y
activa participante de grupos organizados de procesiones religiosas,
asociaciones católicas y campañas sociales y de caridad.
Influido por su madre, se aficionó a los ritos de la religión católica,
los que incorporó a sus juegos. Según cuenta el mismo escritor, #doña
María Gardeazábal me compró todo el aparato de decir misa# y de hecho a
los cuatro años de edad ya se divertía celebrando y diciendo solemnes
sermones. Esta enseñanza católica, unida a la rigidez de sus
convicciones morales, que no permitían comportamientos indecorosos,
fueron características claves del medio en el que se desarrolló gran
parte de la infancia del autor.
A temprana edad comenzó a comportarse de modo extraño para sus
compañeros, quienes aprovechaban para burlarse de él, sobre todo por su
manera de asistir a a los ritos católicos, #misal en mano y delante de
toda congregación#. Su madre le había enseñado a leer y escribir y de
manera paulatina se fue convirtiendo en ávido lector y magnífico
estudiante, muy adelantado con respecto a sus compañeras de generación.
Ingresó a estudiar Ingeniera Química en la Pontificia Universidad
Bolivariana de Medellín, pero a causa de una úlcera aguda abandonó la
carrera. Alejado de los deseos de su padre, decide abandonar en forma
definitiva la carrera de Ingeniería para dedicarse a escribir, aunque
también se dice que a causa de su novela panfletaria Piedra Pintada
#descarnada sátira en contra de rectores y decanos- fue expulsado de la
universidad.
Decidido por el camino de la literatura ingresó a la facultad de Letras
en la Universidad del Valle y obtuvo su grado con la tesis La violencia
en la novela colombiana. Posteriormente se dedicó a la docencia como
profesor de Literatura en las universidades de Nariño y del Valle.
También inició su carrera como columnista y colaborador en los
suplementos literarios de algunos periódicos del país, sobre todo Bogotá
y Cali. Su lenguaje mordaz, directo y beligerante le ha hecha ganar por
igual, detractores y simpatizantes.
Cuando hizo política obtuvo por votación popular la alcaldía de su natal
Tuluá y más tarde la gobernación del Valle del Cauca para el período
1998-2001.
Su obra ha sido premiada en múltiples ocasiones, y entre otros homenajes
obtuvo, en 1984, la beca de la Fundación Guggenheim por su trayectoria
narrativa, así como los premios Casa de las Américas y Nadal. La
Universidad del Valle le otorgó, en mayo de 2011, el Doctorado Honoris
Causa en Literatura. Entre sus novelas cabe destacar La boba y el buda
(1972), Cóndores no entierran todos los días (1972), Dabeiba (1972), El
bazar de los idiotas (1974), El titiritero (1980), Pepe Botellas (1980),
Los lios (1981), El divino (1987), y El último gamonal (1989); es
importante señalar también la publicación de sus ensayos Manual de
crítica literaria (1981).