Con esta nueva novela, Ana E. Guevara, nos invita a viajar al barrio bohemio de Lyon, para vivir una historia de amor que se va cociendo a fuego lento, como el soufflé, y que es más fuerte que las confusiones culturales.
Ana ha dejado España para irse a buscar una mejor oportunidad laboral en Francia. Aterriza en Lyon, concretamente en el barrio de Croix Rousse, donde habitan los artistas y bohemios de la ciudad. Unos vecinos de lo más disparatados recibirán a Ana con los brazos abiertos y los oídos también, porque ser cotilla no es incompatible con ser buena persona.
Sébastien es panadero y vive solo con su perro Chocolat disfrutando del esquí y de las películas de los años 80. No tiene especialmente tiempo para el amor, y desde luego no es una de sus prioridades. Hasta que una mujer de acento cantarín y costumbres extrañas entra en su vida para ponerla patas arriba.
El frío y la lluvia francesa no saben tan mal cuando pueden pelearse con el calor de la pasión española y con unos buenos croissants. Lo que comienza de forma accidental acaba transformándose en una historia de amor capaz de unir dos personas y dos culturas que parecían irreconciliables.