De donde hubo rescoldos siempre queda fuego...
Tras años de idas y venidas, Inés y Alberto creían que la última ruptura sería la definitiva: lo habían intentado tres veces y nunca había salido bien, así que lo mejor para ambos sería mantenerse alejados el uno del otro. Sin embargo, había algo con lo que ninguno de los dos contaba: una pandemia mundial que los dejaría confinados a apenas 300 metros el uno del otro y que les haría recuperar el contacto.
Inés sabe que sigue sintiendo cosas por Alberto, pero teme que otro intento los separe para siempre. El pasado a veces pesa como una losa, así que prefiere tragarse sus sentimientos y fingir que son solo amigos antes que arriesgarse a perderlo para siempre. Además, está convencida de que él no busca más que una amistad, así que ¿para qué arriesgar?
Pero es difícil no enamorarse en Granada y los sentimientos de ambos están a flor de piel en este atípico verano. ¿Será su razón más fuerte que su corazón?