Mejor Demóstenes que el PowerPoint.
Los discursos de los directivos tienen cierta similitud con el cuento El traje nuevo del emperador. Si los escuchamos sin el halo que los envuelve su autoridad, la mayoría serían incoloros, inodoros e insípidos.
Pero... ¿quién se atreve a decirles a esos hombres poderosos que en realidad están desnudos? Igual, las nuevas generaciones por fin lo hacen.