Están destinados a amarse, mientras las intrigas del Estado y las adversidades conspiran para separarlos.
¿Podrán conseguirlo?
España, 1517.
Razones de carácter social, marcadamente tradicionales, obligan a Elena Zúñiga a aceptar un matrimonio pactado con el hombre al que idealizó siendo una niña.
No obstante, cuando llega el momento de la boda, el tiempo ha pasado y Elena se ha forjado una cierta autonomía personal que le hace rechazar la idea de convertirse en una marioneta en manos masculinas. Así se lo hará saber, la misma noche de bodas y con serena rotundidad, a su marido.
Diego Martín y Peñafiel, conde de Bellaste, es un gentil caballero y ha accedido a prestarse a la farsa de un enlace aparente, renunciando incluso a la posesión física. Sin embargo, no tiene intención de consentir que la situación se prolongue demasiado, y se ha propuesto conquistar a su propia esposa, tan altiva como él mismo.
Sus propósitos se ven frustrados con la llegada del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, regente de España en ausencia de Carlos I, que trae noticias alarmantes: la reina Juana de Castilla le ha pedido su ayuda tras descubrir un complot para acabar con la vida de su hijo Fernando.
El cardenal solo conoce a un hombre capaz de impedir el magnicidio.
Los lectores de Nieves Hidalgo han dicho...
«La historia atrapa desde el principio pues mezcla a la perfección amor, pasión, intriga, aventuras e historia. Está muy bien documentada, las descripciones son muy buenas, tiene un lenguaje ágil y fluído. Muy recomendable.»
«Destinos Cautivos te atrapa desde el primer momento. Bien narrada, con unas descripciones bellísimas y unos personajes que te encandilan. Me gustó sobre todo el manejo del lenguaje de la época y de algunas expresiones. En definitiva, una lectura muy recomendable.»
«Genialmente escrita, con una ambientación asombrosa y unos personajes bastante tercos que darán lugar a más de un diálogo explosivo.»