Don Bosco fue gran maestro y amigo de los jóvenes.
Juan Bosco, niño pobre con vocación sacerdotal, no tenía dinero para costearse el seminario. Lo obtuvo trabajando como titiritero. Ya sacerdote, dedicó su vida a ayudar a los chicos desamparados. Y, para que perdurara su obra, fundó la Congregación Salesiana.