Llega la tercera entrega de la serie «En el último rincón del mundo».
Una historia de un amor que nace lento, empezando por una sincera amistad.
Una relación que se va afianzando y que nada ni nadie la puede parar.
Enrique sabe quién es y está orgulloso de ello, de sus orígenes y de su etnia. Él es, auténticamente, un «hombre de la Tierra» y siempre se ha sentido en comunión con la naturaleza a su alrededor, la entiende y la ama, sin importar si es animal, vegetal o mineral.
Por eso, el día que ve un enorme perro huir de su joven dueña, no duda en interponerse en su alocada carrera.
Para Ema, Enrique se ha convertido en el mejor amigo que ha tenido nunca, una pieza fundamental que ocupa un lugar cada vez más preponderante en su vida.
Sabe que no es el típico galán de telenovelas ni un príncipe de cuento de hadas, pero hay algo en él que la cautiva. Tal vez la sabiduría milenaria que trasciende de su profunda voz. Quizás el cálido tacto de sus manos.
¿O serán sus oscuros ojos, llenos de misterios, que la llaman a descubrirlos?