La había capturado y ella le pertenecía.
Glen MacNeil, apodado Wolf, es el jefe del clan más importante de las Highlands. El rey de Escocia le ordena que se una en matrimonio con una inglesa; pero él odia a los ingleses y jamás se casará con una de ellos, aunque lo quemen vivo. Enfurecido como nunca, viaja para hacer cambiar de parecer a su monarca. Consigue su objetivo, sin embargo, de vuelta a su hogar, captura a una bella inglesa. Cree que está sola y que nadie la reclamará, por lo que decide llevársela a su hogar como su prisionera para que le dé placer en su lecho.
Lady Alissa Collingwod, una noble inglesa, no quiere casarse. El recuerdo de la infelicidad de su madre había sido motivo suficiente para tomar tal decisión. Cuando se entera de que su rey pretende casarla, entra en cólera y huye. Pero un feroz escocés, temido por amigos y enemigos, la captura. Alissa no tiene escapatoria, su corazón se resiste a él, a pesar de lo mucho que le gusten sus besos y caricias.
Las vidas de Wolf y Alissa darán un giro inesperado el día en que el hermano de ella, el barón de Collingwod, llegue a las Highlands clamando venganza.