Jiménez, Sonia

Cuando me divorcié, mi mundo se puso patas arriba, sintiendo como una parte muy importante de mí desaparecía, pero gracias a Dios la esperanza me ofreció su mano, sacándome de la tormenta.

Un nacimiento de una ruptura, así empecé a escribir, así empezó una nueva vida para mí, con una destrucción de mis proyectos de futuro, donde la vida hizo sus planes por mí, sacándome de mi zona de confort para descubrir mundos nuevos donde habitan pedacitos de mí.

La escritura es el agua para mi sed y el alimento que sacia mi hambre.