Este libro está dedicado a reflexionar sobre los malos sentimientos, a exponerlos desnudos y sin temor, a analizar su función en el marco del resto de estados emocionales, su papel para con ellos.
«La crisis no solo ha dinamitado nuestra economía y ha arrebatado la apacible estabilidad en la que vivíamos, sino que nos ha introducido de lleno en un sinfín de emociones y de sentimientos que habíamos desterrado... Son los malos sentimientos, los omitidos en la era del bienestar y que ahora, con su presencia, aumentan la desorientación de una sociedad que ya estaba orientada.»
Este persuasivo ensayo pone en tela de juicio la «cultura de la felicidad», la cultura que se ha promovido durante las últimas décadas. Asimismo, analiza, con sencillez pero sin miramientos, cómo se ha despojado al diccionario de todos aquellos sentimientos que ponen en entredicho la mercadotecnia del bienestar y que ahora, en medio de esta crisis global, deja al descubierto las carencias de los ciudadanos para gestionar los llamados «malos sentimientos».
La frustración, la vergüenza, la ira, la angustia, el aburrimiento o el sentimiento de culpa se han convertido en los pecados capitales de la maltrecha sociedad de consumo que ahora emergen con fuerza sin que los ciudadanos puedan reconocerlos.