No hay mejor época para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversión, el descanso... y también para el amor.
Una novela romántica sobre un intenso y apasionado amor de verano que no te puedes perder.
Jace Reeve se encuentra en el antepenúltimo año de instituto, cuando finalice el próximo verano estará a solo dos años de la libertad, podrá abandonar la pequeña ciudad en la que reside para irse a la universidad. Está hastiado, quiere pasarlo bien pero lo que antes le divertía ya no lo hace, lo mismo le ocurre con las personas de su entorno. Se siente encerrado haciendo lo mismo una y otra vez con la gente de siempre en los mismos lugares y solo espera graduarse cuanto antes para poder comenzar con su verdadera vida tan lejos de allí como pueda.
Cédric Hunter es un joven universitario que trabaja cada verano desde hace cuatro años en el hotel Pacific como socorrista. Conoce a Debra desde su primer día allí, de hecho entre todos los miembros del equipo ayudaban a su jefe a mantenerla vigilada durante las vacaciones de verano. Ser socorrista en un hotel con tanta afluencia de público era fantástico para un joven con un afilado olfato para ligar, pero algo ocurrió dos años atrás, casi al final de la temporada, algo que le hizo fijarse por primera vez en ella y que hacía que ahora no la pudiera ver con los mismos ojos de antes.
El verano de sus dieciséis años, Debra consigue cumplir su objetivo de trabajar como socorrista para su tío, aunque eso suponga pasar sus vacaciones trabajando está emocionada porque por fin este año algunas cosas van a cambiar, lo que no se puede imaginar es cuánto, porque le gusta a alguien que ni se puede imaginar y además Jace, el chico que le gusta a ella y que se ha convertido en un secreto a voces en su instituto, aparecerá también en el hotel de su tío y, de alguna forma, parece estar interesado en ella... ¿o solo son imaginaciones suyas?