¿Quién se va primero: el esmalte o el cáncer...?
Una historia real cargada de humor negro, donde el único tapujo es un tapabocas recetado.
Un relato en el que las entrañas le dictan al teclado, se desahogan para no ahogarse en las penas ni en las culpas ni en todo eso que trae el cáncer; esa «C» que viene cargada de quimios, radiaciones, olvidos, aprehensiones, altibajos, temores, esperanzas, encuentros eróticos (prohibidos), confusiones, entenderes, veintes, perdones, debilidades, guerreros, reconciliaciones, amores fríos y blanqueamientos de mente.
La autora viaja en una especie de montaña rusa, donde en cada bajada rasca las emociones más profundas para traerlas a la superficie y jugar con ellas, mientras se juega la vida.