Llano Fernández, Carlos
Carlos Llano fue, desde muy pequeño, aprobando los estudios sin grandes alardes. Era más bien vago y el fútbol y la música era lo que realmente le satisfacía. Siempre cuenta que cuando iba a entrenar a fútbol llegaba tarde a propósito para evitar salir a correr con el resto, él quería jugar con el balón y su estado físico nunca fue importante. La mala suerte hizo que se rompiera el ligamento cruzado anterior y el menisco jugando un torneo de fútbol sala en la universidad. Tras dos operaciones de rodilla, y como parte de la rehabilitación, comenzó a correr para fortalecer la musculatura y poder volver a jugar al fútbol. Empezó entrenando veinte minutos durante tres días a la semana, poco a poco se fue enganchando y al poco tiempo ya se había convertido en su estilo de vida y corría prácticamente todos los días de la semana. Por casualidad, vio un reportaje del Marathon des Sables en Eurosport y se entusiasmó tanto que a los pocos meses estaba en medio del desierto del Sáhara dispuesto a correr 250 km cargardo con una mochila de 9 kg a la espalda. Esa carrera le hizo ver que con constancia, sacrificio y confianza en uno mismo era capaz de hacer cosas que hace poco tiempo veía imposible. Ha terminado, entre otras, las siguientes pruebas: Ultraman de Canadá, Marathon des Sables, Gobi March, Ultra África Race, Atacama Crossing, Ironman Mallorca 70.3, Ironman de Lanzarote y Madagascar Roving Race. Se considera un privilegiado, una persona a la que la vida le ha sonreído muchísimo. Conocer África le cambió la vida y decidió fundar la ONG Childhood Smile, www.ongchildhoodsmile.es, destinada a la captación de recursos y apoyo al proyecto Wend Be Ne Do, dedicado a la ayuda de 326 niños y 259 adultos afectados con el virus del sida en Burkina Faso, el tercer país más pobre del mundo.