Las espléndidas páginas de Lo que aprendí viviendo no pretenden ser unas memorias al uso. Tampoco un manual de autoayuda. En ellas se reúnen las palabras de una mujer sabia que caminó despacio, pisó fuerte y llegó lejos, sonriendo.
«Nadie me hará sentir inferior sin mi consentimiento.»
Bastan estas palabras de Eleanor Roosevelt para darse cuenta de que detrásde su sonrisa afable había un espíritu fuerte y combativo, dispuesto siempre a aprender algo nuevo y a luchar por una causa justa.
Cuando escribió Lo que aprendí viviendo corrían los años sesenta; Eleanor ya se había retirado de la vida pública y vivía rodeada de hijos, nietos y amigos. Quedaban lejos sus años como primera dama de la Casa Blanca, pero aún le sobraba energía para contar sus experiencias. No le costó confesar que había sido una chica tímida, a menudo ignorante de los temas que se comentaban en las conferencias y banquetes a los que acudía con su marido, pero sus ganas de saber y el propósito de no quedarse atrás le ayudaron a seguir adelante.
Con el pasar del tiempo también descubrió que nadie se convierte en heroína de la noche a la mañana: hay que andar paso a paso y echaruna pizca de humor a la vida para descubrir que un problema no es tal si lo tomamos como un reto, que nuestro tiempo es valioso y hay que disfrutarlo, y que podemos encontrar un espacio propio aunque estemos rodeadas de funcionarios, cenando con John Fitzgerald Kennedy o charlando con Frank Sinatra.
Reseña:
«Es una delicia desde la primera a la última página. Está llena de desparpajo, fina inteligencia y emoción, [...] con una gran capacidad para resumir sus brillantes conclusiones en una frase sencilla.»
Salvador Gómez Valdés, La aventura del saber (TV2)
«Eleanor Roosevelt es mi ídolo».
Michelle Obama
«Unas memorias llenas de reflexiones interesantes. Como esta, que te invita a ser tú».
El Mundo
«Un libro directo y sensato, franco y práctico, en el que la señora Roosevelt establece lo que podría llamarse su filosofía básica de la vida. [...] Sin duda supondrá una fuente de consuelo e inspiración para sus muchos admiradores».
Kirkus Reviews
«Una de las mujeres más interesantes de la historia política americana».
Enrique Feás, El País
«La favorita es Eleanor Roosevelt, no Michelle Obama».
EFE
«No fue una primera dama al uso. Hasta entonces, las mujeres del presidente no se involucraban en la vida política. Pero Roosevelt no se conformó: fue una escritora y activista de los derechos humanos muy enérgica que utilizaba los medios a su alcance para expresar su opinión».
Lola Álamo, La Vanguardia