Extraños sucesos rodearán la existencia de Zoe.
Solo el amor de dos hombres podrá ayudarla a encontrar el camino más fácil pero nadie está preparado para la resolución final.
Zoe Valmes es una joven arquitecta y restauradora muy reservada. A duras penas se relaciona con nadie. Un día, su jefe, le informa de que los han empleado para una obra millonaria, la cual tiene que ser ejecutada de inmediato. Se trata de la restauración de una casa-palacio del siglo XVI en Caspe. En cuanto se pone en camino, empieza tener visiones extrañas y se siente atraída como por un imán hacia el lugar.
Una vez allí conocerá al dueño de la casa, Duarte Luño, un acaudalado marchante de arte y a Alberto, un joven del pueblo que perdió la vista en un accidente de tráfico y que se siente atraído por Zoe y su exquisito olor a jazmín.
A medida que pasa los días en la casa-palacio de los Luño, Zoe Valmes va descubriendo cosas de su pasado que había olvidado. Ya no recordaba su infancia, su mente estaba bloqueada. Al indagar en su vida, van encajando las piezas y cobran sentido las cosas que le están ocurriendo en este insólito y siniestro lugar. Ha nacido en esta tierra, forma parte de ella mucho más de lo que nunca se hubiera podido imaginar.
Sabe quién son las brujas de Caspe y debe averiguar cómo retenerlas.
Zoe buscará consuelo en los brazos de Alberto y Duarte. Parece que solo estando con ellos consigue sentirse lo suficientemente segura como para afrontar los terribles cambios que está sufriendo. Las brujas y demonios ahora se han vuelto algo común en su vida.
Solo la fuerza del amor inquebrantable de uno de sus pretendientes le hará ver el buen camino. En él se encontrará a sí misma y la llenará de energía. Aunque el poder de las tinieblas es muy tentador e intentarán seducirla para que se decante por el lado más oscuro de su alma.