Las grandes historias nunca terminan.
Los mejores personajes permanecen para siempre en nuestra memoria.
Este álbum abarca cuatro registros biográficos muy diversos, que son tanto una muestra del compromiso de Carlos Giménez con el medio del cómic como un estudio general sobre la lealtad: a unos principios vitales, a quienes nos rodean y a uno mismo.
El autor vuelve, en la historia que da título al libro, a la postguerra que retrató en Barrio y examina las amistades queforjó la necesidad. Luego, en «Julianito» avanza hasta casi la época de las agencias de Los Profesionales y, mediante la historia de un moroso, propone una paradoja sobre la integridad. A ese periodo se acerca también «Nostradamus», que en tono tragicómico trata de las servidumbres del trabajo antepuestas a la ingenuidad del dibujanteprimerizo. El arco temporal del álbum alcanza, con «Crepúsculo», los paisajes morales de Romances de andar por casa y Sabor a menta; en este caso, la llama de una vieja pasión toma formas muy inesperadas y no por ello despreciables.
Con esta nueva entrega de su obra, Giménez nos recuerda que las grandes historias nunca terminan y que los mejores personajes permanecen para siempre en nuestra memoria.