No existen las mentiras grandes ni pequeñas, tampoco las blancas, grises o negras, pero si las mentiras obligadas.
¿Ilusión o realidad?
Helena es una chica tranquila, dedicada a su profesión. Su rutina diaria es predecible, hasta que recibe la llamada de auxilio de su hermana que dará un giro a su mundo. Margaret y sus sobrinos son la única familia que le queda y por ellos es capaz de enfrentarse hasta al mismo diablo.
Alonso Rivadeneira, es el «diablo» en cuestión; disfrazado de hombre de familia y empresario exitoso, en la intimidad de su hogar parece convertirse en un maltratador de seres indefensos.
Entre mentiras y verdades, Helena y Alonso habrán de enfrentar muchas batallas. El conquistador de la verdad absoluta será el que descubra el camino de la felicidad.