Mi nombre es Nahia y soy la heredera de un mundo ancestral.
La formación de Angie vuelve a caer en manos del excelso maestro de dragones, Lao Shi Long, pero esta vez apartada de todo lo que conoce, incluido Igoli y su esposo, William.
A su regreso, se verá obligada a tomar una decisión compleja que cambiará el curso de su nueva vida y de quienes la rodean. Sin embargo, el fruto obtenido será fundamental para la continuación del legado sagrado y eterno que sustenta la estirpe de los dragones metálicos, ayudándola a recorrer con ilusión, firmeza y pasión su etapa inicial como ser inmortal. Lo que establece, en su vida amorosa, unos singulares lazos de convivencia por los siglos de los siglos.