Nicolaievna, Olga
Olga Nicolaievna. Históricamente, la Gran Duquesa nació el 3 de noviembre de 1895 en Rusia; era la hija mayor de sus majestades imperiales Nicolás II y Alejandra Feodorovna. Su bisabuela era la reina Victoria de Inglaterra y su abuela paterna, la exzarina de Rusia María Feodorovna, viuda del zar Alejandro III, a quien sucedió en el trono su hijo mayor Nicolás II, inmediatamente después de su muerte en 1894.
Olga tuvo cuatro hermanos: Tatiana, María, Anastasia y el único varón, Alexis, quien desde su nacimiento dio muestras de padecer hemofilia. Desde pequeña Olga demostró un temperamento independiente. Físicamente era bella, con sus ojos azul grisáceo, iguales a los de su padre, y con el cabello rubio oscuro. Adoraba el campo, la poesía y la música. Le interesaba mucho la política y, además, era muy religiosa. Su corazón tremendamente compasivo y su deseo de ayudar a los enfermos y desvalidos la hicieron acercarse al pueblo ruso y a su sufrimiento. Según los libros de Historia, Olga falleció el 17 de julio de 1918 en la controvertida masacre que, teóricamente, eliminó de la faz de la tierra a la dinastía Romanov. Este testimonio en primera persona, escrito de puño y letra por la primogénita del Zar lo desmiente…Tras permanecer durante más de medio siglo oculto, Maria Grazia Annoni (sobrina de la que fue la secretaria personal y dama de compañía de la Gran Duquesa rusa) pone en nuestras manos, gracias a la labor de investigación de Marie Stravlo, las memorias inéditas que demuestran que Olga no murió.