A veces la vida guarda sorpresas donde menos te lo esperas...
Eva tiene mucha, muchísima paciencia, pero todo en la vida tiene un límite y su capacidad de aguante ha llegado a su fin.
Ahora solo necesita convencerse de que la relación que tiene con su novio ni es ni ha sido nunca la adecuada. Y, sobre todo, necesita expresarlo en voz alta para decírselo bien clarito a sí misma.
Aunque nunca habría podido imaginar que, además de ella, otra persona escucharía su comentario. Alguien a quien ella conoció hace muchos años: Víctor, su amigo de la infancia.
¿Quién dijo que era necesario salir de casa para enamorarse?
La nueva colección de Selecta de relatos románticos en época de confinamiento.
Porque la química siempre funciona mejor en espacios pequeños.