Llega la segunda y última entrega de la bilogía «Amor en la tormenta».
Cuenta una antigua leyenda oriental que existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias.
El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper.
La noche del 2 al 3 de abril de 2013 la ciudad de La Plata vivió una catástrofe climática inusitada en la historia de esa urbe. Una capital planificada y simétrica que suele convertirse en un laberinto para los forasteros. Esa noche, además de ser una maraña de calles y diagonales, se convirtió en una trampa mortal para todo aquel que se encontrara a la intemperie. Una tormenta torrencial inundó las calles y la furia del agua arrastró a muchos incautos, enfrentándolos con la muerte.
Alma, una mujer destrozada por las pérdidas en su vida, decide volver a su casa caminando bajo un paraguas, la noche de la tormenta. La muerte la espera a la vuelta de la esquina, agazapada, adquiriendo la forma de un río embravecido. El destino tiene nuevos planes para su vida, aunque deberá animarse a dar el paso.
Paulo es un periodista madrileño que está de visita. Hijo de un desaparecido durante la dictadura militar, viene al país para ver a su familia paterna. La tempestad lo encuentra en la calle, y el caudal de agua le impide llegar a destino. Como buen extranjero se pierde en las diagonales, termina a la deriva hasta que logra ponerse a salvo. Su vida está planificada, como esa ciudad que no conoce, pero el diluvio que enfrenta cambiará su vida misma.
La tormenta los reúne, y el amor los atraviesa... Deberán enfrentar intrigas políticas, confabulaciones, personas que intentarán separarlos...
¿Podrán dejar sus temores a un lado?
¿Podrán enfrentarse a todos los peligros que los rodean?
El hilo nunca se rompe...