Prados Anillo, Andrés
Muchos años después de intentar aprenderla de la mano de profesores de grato recuerdo, enseñar Historia me parece una de las labores más productivas que puede realizarse entre la juventud de los centros de enseñanza. Formado para ello entre libros, las aulas dela Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Málaga y una certificación de aptitud pedagógica absolutamente prescindible, la práctica docente me ha situado en muchas ocasiones frente al espejo que reflejaba la idea de una Historia que debía ser mucho más que una materia con calificación académica. La historia, como una obra de arte, necesita de una mirada atenta y reflexiva que analice el pasado buscando la estela de la dignidad, la justicia social y la libertad de los pueblos. Solo sobre esa memoria colectiva el futuro tendrá una oportunidad.