Un relicario hallado en un bar es el comienzo de una cadena de sucesos que cambia la vida, para siempre, de los protagonistas.
La vida tiene cosas impredecibles. Muchas personas las llaman casualidades, cuando se trata de esa misma palabra pero con la «u» movida de posición, como tercera letra. Un simple objeto, como el bello relicario de esta crónica, puede despertar vivencias de un pasado que nunca..., nunca, acabó de morir.