Para un amor auténtico, no existe ningún imposible.
En un agitado periodo de la historia italiana del siglo IV, marcado por las luchas entre güelfos y gibelinos, y las que mantenían por el poder en Cascia las familias rivales de la nobleza, el amor de Rita logró auténticos «imposibles». El primero: la paz entre las dos familias «pioneras» que se odiaban a muerte.