Continúa la trilogía «Shakespeare y Edimburgo».
Una historia de amor y deseo entre una escocesa con mucho carácter y un inglés dispuesto a sacarle de sus casillas.
Dos personalidades distintas condenadas a entenderse sin saber que sus destinos ya estaban unidos.
Kendra participará en el congreso sobre Shakespeare y su relación con Escocia. Durante esos días conocerá a Kenneth, un inglés especialista en este autor y colega de Megan, y con el que tendrá que realizar un trabajo de investigación conjunto sobre la influencia de Shakespeare en la obra Kenilworth, de Walter Scott.
Pero dicha relación que Megan espera que sea amistosa y de colaboración estrecha, no parece que vaya a ser tal cuando Kendra considere a Kenneth como un tipo estirado, repelente, con dotes de superioridad y sabihondo, que en todo momento parece estar más dispuesto a sacarla de sus casillas que a colaborar con ella. Kenneth por su parte no puede dejar de llevarle la contraria, porque a cada momento que lo hace, ella le parece más impulsiva, rebelde, avasalladora como buena escocesa y, sobre todo, porque solo piensa en hacerla callar con un beso.